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Nuevo estudio revela una proteína protectora que favorece el recrecimiento del cabello en adultos.

  • Foto del escritor: American Mane
    American Mane
  • hace 19 horas
  • 2 Min. de lectura

La alopecia es un trastorno autoinmune que causa la caída del cabello sin cicatrices en el cuero cabelludo y el cuerpo, y que afecta a casi el 2% de la población mundial en algún momento de su vida.


Un equipo de investigadores de Australia, Singapur y China descubrió que las células madre activadas del folículo piloso (HFSCs), cruciales para el recrecimiento y la reparación del cabello, requieren una potente proteína protectora llamada MCL-1 para funcionar correctamente. Sin MCL-1, estas células sufren estrés y eventualmente mueren, lo que conduce a la caída del cabello, según informó un estudio publicado en Nature Communications

Blog by Sanjukta Mondal, Phys.org on March 29, 2025 https://medicalxpress.com/news/2025-03-reveals-protector-protein-hair-regrowth.html Los folículos pilosos son pequeñas estructuras en forma de túnel en la piel donde crece el cabello. Estos folículos ciclan repetidamente a través de tres fases distintas: anágena, la fase activa de crecimiento; catágena, una fase transitoria marcada por el crecimiento ralentizado y el encogimiento del folículo; y telógena, una fase de reposo en la que cesa el crecimiento y ocurre la caída del cabello, tras la cual el ciclo comienza nuevamente, impulsado por las HFSCs.

Las investigaciones muestran que cuando las HFSCs experimentan estrés debido a la pérdida del tallo capilar o al encogimiento del folículo, pueden someterse a apoptosis —una forma controlada de muerte celular— lo que agrava aún más la pérdida de cabello. Este proceso apoptótico está controlado por un grupo de proteínas llamado familia BCL-2, que determina si una célula debe sobrevivir o morir.


Si bien se sabe que MCL-1, que forma parte de la familia BCL-2, pertenece al grupo de proteínas pro-supervivencia, su papel en la regulación de las HFSCs y en la regeneración capilar sigue siendo un misterio.

Para investigar la influencia de MCL-1 en la regulación de las HFSCs, los investigadores de este estudio eliminaron el gen MCL-1 de las células de la piel de ratones y retiraron ciertos parches de cabello existente. Descubrieron que la falta de MCL-1 desde el nacimiento no afectaba la formación de los folículos pilosos, pero sí conducía a una pérdida progresiva del cabello debido a la disminución de las HFSCs con el tiempo.


En ratones adultos, la eliminación de MCL-1 destruyó rápidamente las HFSCs activas, lo que detuvo por completo la regeneración capilar en los parches donde se había eliminado el cabello.


Las HFSCs inactivas permanecieron intactas incluso después de la eliminación de MCL-1, pero una vez que se activaron y comenzaron a dividirse para hacer crecer nuevo cabello, experimentaron estrés, lo que activó la proteína P53, esencial para regular la muerte celular. Sin embargo, la eliminación de un gen P53 restauró el crecimiento del cabello incluso en ausencia de MCL-1, lo que sugiere una colaboración entre MCL-1 y P53 para mantener un equilibrio entre la supervivencia y la muerte celular en los folículos pilosos.


Los experimentos con modelos de ratón también revelaron que la vía de señalización ERBB (que controla los procesos celulares) desempeña un papel clave en mantener vivas a las células madre activas del folículo piloso al aumentar la producción de MCL-1.


Un conocimiento más profundo de las vías moleculares y las interacciones que regulan el crecimiento del folículo piloso y la muerte celular abre el camino a estrategias innovadoras para tratar la alopecia y prevenir la caída del cabello.




 
 
 

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